Un Árbol Lleno de Pájaros
Ana María Allendes El Festival de Tolosa se efectuó entre el 23 de Noviembre y el 1º de Diciembre organizado en forma impecable por sus Directores Idoya Otegui y Miguel Arreche del Centro de Iniciativas de Tolosa. Es costumbre en Tolosa, que cada año el Festival se dedique a un país determinado, y el año 2002 fue dedicado a Hungría. Para ello, además de las presentaciones de tres compañías húngaras, se montó una impresionante Exposición en el Palacio Aramburu con más de 450 obras de diferentes técnicas y materiales muy bien ambientadas. Entre ellas se destacaba un circo de marionetas dentro de una maleta que servía de pista. Al respecto se editó un hermoso catálogo con la información de las obras y sus creadores. Cabe destacar también las excelentes comidas preparadas por las Sociedades Gastronómicas que se efectuaban en sus diferentes sedes y que contribuyeron con su alegría y simpatía a dar mayor realce al Festival. El broche de oro fue el merecido reconocimiento que hizo el Ayuntamiento de Tolosa a Idoya y Miguel en una emotiva ceremonia. Asimismo sus amigos titiriteros, Encarni y Manolo Gómez, Sise y Alberto Cebreiro entre otros, solicitaron a todos los participantes que llevaran un muñeco en forma de pájaro para obsequiar a los Directores del Festival. La idea era que, de la semilla que se plantó 20 años antes en el Primer Festival, había crecido un frondoso árbol el cual estaba lleno de pájaros. Fueron estos pájaros los que recibieron, entonces, Idoya y Miguel. Emotivamente se repitieron dos de las presentaciones que estuvieron en el Primer Festival: El Principito de la compañía: Txotxongillo Taldea, en un hermoso montaje que ha recorrido Europa, y Titirijuego de la compañía. Duendes, esta vez manipulado por Alberto Cebreiro y Alejandro Bello, en una puesta en escena que hizo las delicias de niños y adultos. Es difícil poder opinar sobre todas las obras que se presentaron. A modo estrictamente personal, sobresalió Vietnam en el Agua y la compañía. Gengiz Ozek de Turquía, esta última en sombras, y ambas al más puro estilo tradicional de los respectivos países. De Hungría se destacaron Cascanueces de El Teatro de Marionetas Bobita basada en el ballet de Tchaikowski y Juan el Héroe de El teatro de Marionetas de Budapest, basado en un cuento folklórico húngaro, ambas puestas en escena realmente hermosas. Especial relevancia tuvo la obra Trinocería presentada por Eugenio Navarro, uno de los mejores titiriteros que existen y el cual ya había tenido la ocasión de ver en el Festival de Sevilla. Otra obra que encantó fue Dragoncio de Paco Paricio, en títeres de cachiporra. Se trata de una versión titiritera de la leyenda de la Princesa y el Dragón, con música en vivo (gaita, chifla, dulzaina) y hermosos muñecos y escenografía. Gran impacto tuvo la obra De tanto que te quiero... de Mariona Masgrau, monólogo infantil en que, una niñita, Sophía, va traspasando al público sus reflexiones en una trama de amores, odios, etc. La particularidad de la obra es que Mariona manipula sentada en un carrito que se desplaza, parecido al Kuruma japonés. Entre estilos más modernos gustó mucho Llegó el Cartero de Esfera Teatro manipulado por Fernán Cardama en diferentes técnicas. La obra ya había sido presentada con gran éxito en el Festival de Sevilla. Y otra obra que encantó fue Animales dirigida y actuada por Pablo Vergne en que elementos diversos se transforman en animales y seres animados de hermosos colores y con una música muy linda. Y de Cuba viajó la compañía. Papalote dirigida por René Fernández con la obra Feo en una versión moderna de El Patito Feo en una mezcla de actores y marotes. El Festival de Tolosa, fue como ya es su costumbre de alta calidad y contó con la presencia de la Sra. Margareta Nicolescu, Presidenta de la Unión Internacional de la Marioneta.
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